Te contamos como usar correctamente los emojis en el entorno laboral.
¿Qué tendrán esos pequeños pegotes amarillos, que nos han conquistado a todos? Los círculos color limón capaces de transmitir al instante, y con gran elocuencia, un mensaje, una emoción, una idea, una señal… Con el tiempo han evolucionado hacia la representación de todo tipo de objetos y conceptos, acercándose a un sistema basado en ideogramas. Y si nos lo proponemos, casi podríamos escribir frases enteras sólo con emojis, a modo de jeroglífico.
Hoy es el Día Mundial del Emoji, y aprovechando esta celebración queremos descubrir un poco más de esas omnipresentes caritas gracias a las cuales nos comunicamos con un lenguaje universal, sencillo y directo. La primera curiosidad es que la fecha del 17 de julio se eligió porque es la que aparece en el emoji del calendario.
Breve historia de los emojis
Todo comenzó con los SMS… Los emoticonos, precedentes de los emojis, nacieron por la unión de las palabras emoción e icono como una forma de expresar sentimientos. Detrás de ese nombre encontramos los iconos realizados a través de signos de puntuación.
En 1999, la empresa de comunicación móvil NTT Docomo encargó los primeros emoticonos en color, y desde ese momento pasaron a denominarse emojis. El encargado de diseñar los primeros 176 emojis que se lanzaron en ese momento fue Shigetaka Kurita, basándose en cuadrículas de 12×12 píxeles.
En 2010 se aceptó una propuesta por la cual se hacía posible incluir los emojis en todas las plataformas. Además, se reconoció su utilización como lenguaje. En 2011 Apple agregó un teclado especial para estos iconos y, un año después, fue el turno de Android. Estos símbolos se fueron estandarizando poco a poco, y se han ido estipulando diversas reglas, como añadir un borde negro, que los animales siempre miren a la izquierda o que su medida no supere los 18×18 píxeles.
A lo largo de los años los emojis han evolucionado debido a las necesidades del mercado y las demandas de los usuarios, adaptándose a una sociedad se ha ido haciendo más diversa e inclusiva. Un ejemplo lo encontramos en el año 2015, cuando se incluyó la posibilidad de cambiar el color de la piel de algunos de los emojis. O también en 2018, con la aparición de varios símbolos culturales y una mayor representación de las personas discapacitadas. En 2017 los españoles conseguimos introducir el emoji de la paella.
¿Es correcto usar emojis en las comunicaciones de trabajo?
Más que correcto, es casi obligado. Hace una década, la mayoría de la gente se habría sentido preocupada acerca del uso de emojis en el trabajo. Pero hoy en día son un aspecto importante de la comunicación en equipo. Los datos hablan por sí solos: el estudio 2022 US Emoji Trend Report, que es un referente global en este ámbito, reveló que el 71% de los encuestados usó emojis en el entorno laboral.
Ventajas de usar emojis en el trabajo
Las investigaciones más recientes muestran que el poder afectivo de los emojis es similar al de los rostros reales, por eso su utilización en el trabajo ayuda a mantener y mejorar el bienestar emocional y mental. Estos son principales beneficios.
- Permiten compartir ideas rápidamente,
- Potencian la creatividad.
- Humanizan el mensaje.
- Ayudan a expresar el tono del mensaje sin palabras.
- Contribuyen a cultivar una cultura laboral informal.
- Permiten responder rápidamente a los mensajes.
- Ayudan a la empresa a retener el talento y a reducir la necesidad de reuniones.
- Hacen que el proceso de toma de decisiones del equipo sea más eficiente.
- El trabajador es más receptivo a nuevas tareas cuando la comunicación va acompañada de un emoji.
Como usar correctamente los emojis en el entorno laboral.
Si quieres introducir emojis en tus comunicaciones de trabajo, ya sea por email o mensajería instantánea, debes tener en cuando algunas cosas:
- Conoce bien el significado. Debes tener claro qué significa cada emoji. Muchos de ellos son bastante explícitos, pero si tienes dudas con alguno, lo mejor es que consultes esta web.
- Utiliza los emojis más comunes. Los emojis más populares son bastante recurrentes año tras año: caras sonrientes, corazones, gestos con las manos… Para los trabajadores, aprovechar estos emojis tan eficaces centrados en el ser humano es una apuesta segura tanto para las comunicaciones externas con los clientes, como para las internas con el equipo.
- Cuida el contexto. Hay que tener en cuenta que los emojis no significan lo mismo en todas las culturas, por lo que si se manda un emoji a un cliente extranjero puede que no lo interprete igual.
- Ten en cuenta al destinatario. También hay que tener cuidado con enviar el mismo emoji a todos los miembros de la empresa. No es lo mismo enviar un determinado emoji a un compañero de trabajo con el que se tenga mucha confianza que enviárselo a un jefe o directivo que no suelen utilizar este tipo de símbolos en sus comunicaciones.
- Sé positivo. Los emojis tienden a ser más positivos que negativos. E incluso los emojis aparentemente más negativos se utilizan a menudo de forma sarcástica o irónica. Estos emojis más irónicos pueden utilizarse con los amigos en conversaciones más informales, pero para el trabajo es mejor evitar todo el espectro de emojis negativos o sarcásticos.
- Todo con moderación. Nadie, en medio de un día ajetreado de trabajo, quiere pararse a descifrar una cadena confusa de emojis cuando un simple mensaje de texto sería mucho más fácil de entender. Cuando te comuniques en un contexto profesional, puede estar bien añadir algunos emojis estratégicos, pero no te excedas ni comprometas la claridad de tu mensaje.
FUENTES:
PUMBLE.COM
ADOBE BLOG
COPE
TOTENART
SURVEY MONKEY BLOG
REVISTA GQ
LINKEDIN PULSE
CLUTCH.CO
OBSERVATORIO DE RRHH
PULZO
TICPYMES.ES