Emprender: cuatro preguntas que debes responder antes

Preguntas antes de emprender

Lanzarse  al mundo empresarial puede llegar a ser, con mucha probabilidad, una de las aventuras más importantes de tu vida. Quien inicia un negocio, tiene ya para siempre un hijo, al que mimar, cuidar, prestar atención. Iniciar un proyecto suele ir unido de mucha ilusión, alegría, y esperanza. Pero también somos conscientes de que puede […]

Lanzarse  al mundo empresarial puede llegar a ser, con mucha probabilidad, una de las aventuras más importantes de tu vida. Quien inicia un negocio, tiene ya para siempre un hijo, al que mimar, cuidar, prestar atención. Iniciar un proyecto suele ir unido de mucha ilusión, alegría, y esperanza.

Pero también somos conscientes de que puede llegar a dar mucho miedo, y que al igual que tener un hijo, conlleva una enorme responsabilidad.

Dejar tu trabajo, y comenzar algo nuevo asusta, lo sabemos. Pero permitidnos citar al sabio Albert Einsten quien dijo que “Una persona que nunca cometió un error, nunca intentó algo nuevo”.
Así que si ya has tomado la decisión de emprender, queremos darte la enhorabuena, ya has dado el paso más importante: arriesgarte, y luchar tus sueños, por lo que crees. Ya perteneces al selecto grupo de los emprendedores. Créenos, eres un afortunado.

Desde Factoria Meeu queremos hacerte el camino más sencillo, y caminar contigo en la aventura del emprendimiento. Queremos dar contigo tus primeros pasos. Por eso, hemos elaborado una serie de preguntas, cuyas respuestas creemos que debes tener muy claras antes de lanzarte en tu nuevo proyecto.

1. ¿Es viable mi idea, y soy yo viable para ella?

Y con viable no solamente nos referimos a económicamente viable, que también; sino a que también deberemos conocer si yo soy viable para mi idea.

Creer que tener una buena idea, es sinónimo de éxito, es el clásico error de emprendedor nobel. No te equivoques. Lo más importante es saber cómo vas a llevarla a cabo. De igual manera te pedimos que seas honesto contigo mismo, y te hagas las siguientes preguntas ¿Tengo yo las capacidades y habilidades suficientes para poder llevarla a cabo? ¿Realmente quiero ser empresario? ¿Me sabré enfrentar a los desafíos que ello conlleva? Si las respuestas son todas afirmativas, adelante, estamos seguros de que serás un empresario ejemplar.

2. ¿Conozco el mercado potencial  al que me dirijo?

Es básico, lo sabemos, pero a menudo tendemos a pensar que si tenemos una buena idea, ésta lo será para todo el mundo. Y sentimos decirte que vuelves a equivocarte. Tienes que volver a ser realista. Lo más importante para llevar a cabo tu idea, es conocer el mercado potencial al que te diriges ¿Cómo? A través de un buen análisis de mercado.

¿Tienes claro a quién te quieres dirigir? Si no lo sabes, estúdialo. Haz las encuestas que sean necesarias, analiza a la competencia, tómate el tiempo que sea necesario, pero recuerda que antes de poner la primera piedra, debes asegurarte de que lo haces sobre un suelo estable.

Y sobre todo, e incluso aún más importante que conocer a la perfección tu idea, es conocer al dedidillo a tu cliente objetivo. De nuevo, haz encuestas, pregunta a tus amigos, segmenta…

Ten en cuenta que la mayor parte de ellos tendrán características comunes, y comportamientos similares. A partir de este análisis, tendrás mucho más claro, qué, cómo, a qué precio, en qué lugares, y de qué manera podrás ofrecer tu producto/servicio.

3. ¿Cuánto dinero quiero invertir en él?

Como ya hemos dicho anteriormente, lanzarse a la aventura empresarial, implica mucha ilusión, pero también implica mucho dinero, y esfuerzo. Por tanto, es muy importante que te hagas una serie de preguntas:

  • ¿Tengo el suficiente dinero?
  • ¿Es un buen momento?
  • ¿Hasta dónde estoy dispuesto a invertir?

 

Tienes que tener muy claras las respuestas antes de comenzar a emprender. Es un error muy común en el empresario nobel no haber calculado, con la mayor exactitud posible, cuánto dinero necesita invertir en su negocio para poder llevarlo a cabo. Tener un plan de negocios es indispensable.

Por tanto infórmate, consulta entidades financieras, subvenciones locales, estatales…cualquier ayuda es poca. Pero lee bien la letra pequeña, pues en ocasiones suelen conllevar ataduras que quizás no nos sean rentables a medio-largo plazo.

4. ¿Qué puedo hacer si mi negocio no es rentable?

Tenemos que ser realistas. Esperemos no tener que ponernos en esta situación nunca, pero al igual que podemos triunfar, podemos fracasar. Es muy común, que muchos emprendedores tengan claro su plan de gastos, pero atrapados por la ilusión, no cuenten con un plan de pérdidas. De igual modo, que en el punto anterior, explicamos que hay que tener claro cuánto podemos invertir, es aún más importante y recomendable ponerse un punto de no retorno.

Por tanto hemos de establecer unos indicadores de que las cosas no están saliendo  como deberían para poder establecer así un plan previo de maniobra. Así, si en el futuro sufriésemos un varapalo, tendríamos un margen de actuación diseñado a la perfección.  Sé inteligente, y anticípate a las dificultades.

Si finalmente fracasas, no desesperes, no te hundas, probablemente habrás aprendido lo suficiente para en el futuro tener el éxito que te mereces. Y al igual que comenzamos nuestro artículo con una cita, permitidnos citar ahora a  Richard Branson, fundador de Virgin Group quien ya dijo “No te avergüences por tus fracasos, aprende de ellos y comienza de nuevo”

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