Horario de verano Vs Rendimiento/Motivación.

Llega el verano y, para algunos trabajadores, el horario reducido de jornada continua. Es algo que muchos desean, y ante la perspectiva de una más fluida conciliación con la vida personal, y una mejor organización de los usos del tiempo, la motivación para realizar el trabajo de forma eficiente crece, el buen humor sube, y todo va como la seda.

Esto es lo que nos dice la lógica y el sentido común, pero ¿es algo contrastado por estudios serios, tenemos datos confiables al respecto?.  Desde Factoría Meeu nos hemos puesto manos a la obra para saber algo más acerca de como influye el horario de verano vs rendimiento/motivación en los trabajadores.

Normalmente la jornada intensiva implica un horario de 7 de la mañana a 2 de la tarde, o de 8 a 3, es decir que el número de horas se reduce de ocho a siete, aunque no existe una pauta generalizada. En realidad, todo depende de la política de cada compañía y del convenio colectivo correspondiente. El artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores determina las horas semanales que debe cumplir un trabajador, pero no se indica en ningún momento cómo se regula la jornada intensiva. Por ello, cabe destacar que:

  • Son los convenios colectivos los encargados de regular esta materia, concretando los meses de aplicación y sus particularidades.
  • En el caso de que no haya convenio o que no se regule en este, será cada organización la que voluntariamente decida la existencia o no de jornada reducida en los meses de verano.

¿Qué pasa con las horas de menos que se trabaja? No importa que en verano se hagan menos horas, siempre y cuando en el cómputo anual se ajuste a lo estipulado. Sin embargo, también hay empresas que saben que en el cómputo anual realizan menos horas que lo estipulado, pero que lo aplican como beneficio al empleado.

Ventajas de la jornada reducida de verano.

  • Conciliación.

Con la vida familiar, personal, académica… El empleo no puede ocupar toda la atención diaria de una persona. Los trabajadores necesitan pasar tiempo con su familia, con sus amigos o cultivando alguna afición o especialidad profesional para luego poder rendir en su profesión.

  • Ahorro de costes.

Al reducirse el tiempo que los trabajadores pasan en la oficina, disminuye considerablemente el gasto energético (no olvidemos, además, que en verano se consume más electricidad de lo habitual por el uso del aire acondicionado).

  • Aumento de la productividad.

Como ya se viene comprobando desde hace tiempo (con el ejemplo de otros países europeos), pasar más horas en el lugar de trabajo no siempre implica ser más productivo, ya que mantener el mismo nivel de actividad durante un gran número de horas seguidas no es sencillo. Cuando se aplica el horario de verano, los empleados se organizan mejor para poder llevar a cabo sus tareas en menos tiempo, por lo que acaban siendo más productivos. En 2019, la consultora PageGroup lo corroboró en un estudio donde se afirmaba que “al disponer de menos tiempo para trabajar, el empleado presenta una mayor capacidad de concentración y planificación”.

  • Desconexión.

El descanso es algo fundamental en el rendimiento empresarial. La jornada intensiva permite tener tiempo para cultivar mejor el descanso. Hacer deporte, excursiones, leer… Fomentar las aficiones mejora la productividad laboral.

  • Más compromiso y menos absentismo laboral.

Ya se ha comprobado que durante la jornada intensiva de verano hay mucho menos absentismo laboral y mayor motivación.

  • Retención/Atracción de talento.

No todo es la retribución económica, también se tienen en cuenta otros aspectos de las condiciones laborales y el horario es uno de ellos. Si existe flexibilidad horaria, la posibilidad de teletrabajar y jornada intensiva en verano, es más probable que los empleados aumenten su grado de fidelización y que otros quieran pasar a formar parte del equipo atraídos por esas condiciones favorables.

  • Formación.

Cada vez más compañías apuestan por la jornada intensiva en verano, un tiempo que los trabajadores utilizan para formarse. De hecho, un 67% de los trabajadores españoles aprovecha esta época para especializarse en su sector laboral o formarse en otro, según datos de la consultora Conecta.

Inconvenientes de la jornada reducida de verano

  • Incumplimiento de deadlines.

Aunque no es lo habitual, algunos trabajadores encuentran complicado organizarse para tener todo listo al final del día cuando la jornada laboral es más corta, lo que puede derivar en incumplimiento de plazos algunas veces.

  • Dificultad de adaptación.

En algunas ocasiones la vuelta al horario de invierno puede resultar dura para los empleados, por lo que éstos suelen requerir un periodo de adaptación en el que son algo menos productivos. Sin embargo, este proceso de adaptación no suele durar más de una semana.

A pesar de que los estudios señalan las ventajas de la jornada continua tanto para los empleados como para la empresa, el horario de verano no está recogido como un derecho de los trabajadores. En España, se calcula que solo dos de cada diez trabajadores disfrutan de jornada continua en verano. Una cifra recogida en la encuesta sobre Horario Laboral realizada en 2022 por InfoJobs,

Como vemos, de momento cada organización tiene libertad para implementar o no la jornada reducida de verano, pero en vista de todas las ventajas que tiene su aplicación, y en previsión de otros factores que se avecinan (cambio climático y olas de calor, criterios de eficiencia energética, marco legislativo…) es posible que dentro de poco esta medida no sea sólo la mejor opción, sino una norma de obligado cumplimiento.

Fuentes: El País, Cecoconsulting, Rrhh Digital, Sage, Uppers, Ironhack.

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