Normalmente ser ascendido a jefe os supervisor suele ser sinónimo de buena nueva. Es una inyección de ego, de haber hecho bien tu trabajo. De ser reconocido profesionalmente. Es más, probablemente si esto te ocurre lo celebrarás, estarás feliz, y todo te parecerá maravilloso. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Hay muchas cosas que nadie te ha contado sobre ser jefe.
Siempre serás tú el que de las explicaciones
Lo primero que debe saber hacer un buen jefe es dirigir a su equipo, controlar lo que ocurre y ser consciente de todo lo que pasa bajo su mando. Por tanto, siempre serás el que deberá responder a todas las preguntas. Si hay dudas sobre algo, las respuestas han de correr a tu cargo.
Perderás infinidad de tiempo dando explicaciones a uno y a otro.
Eres el responsable de todo
Como hemos dicho en el punto anterior, todo lo que ocurra bajo tu mando será de tu responsabilidad. Es cierto, que tal y como hemos analizado en el pasado, deberás delegar sobre otras personas. Pero eso no quiere decir que en el caso de que alguien se equivoque, no sea culpa tuya. Al fin y al cabo serás tú el que deba responder por ello.
Ten esto muy en cuenta, porque a la hora de buscar culpables, la primera cabeza en rodar siempre será la tuya.
La soledad
En cuanto te asciendan verás como muchos de tus antiguos compañeros dejan de verte de la misma manera. Muchos abusarán de tu confianza, otros la perderán por completo.
Escucharás cosas que jamás creíste
Tu despacho será como una especie de consulta. Prepárate pare recibir las quejas de todos. Te enterarás de sus problemas profesionales, pero también personales.
Escucharás cosas que jamás creíste que te contarían. Críticas entre compañeros, envidias, rupturas sentimentales…
Pero no sólo eso, sino que muchas veces averiguarás como funciona tu empresa de verdad. Y quizás no te parezca tan bonito como creíste.
Tendrás mil y un tareas
El trabajo como jefe es difícilmente definible. Tienes que estar al tanto de todo. Gestionar a tu equipo, controlar que el trabajo salga (y no de cualquier manera) ser un psicoterapeuta, asesor financiero, mentor, tratar con los clientes…
Vamos, casi cualquier cosa que puedas imaginar, y que antes no sabías quien realizaba. ¡Algunas seguro que no sabías ni que existían!
¿De verdad creías que todo iba a ser ordenar y mandar?