La publicidad es una ciencia en constante cambio que se ha visto acrecentado en las últimas décadas.La aparición de Internet, las redes sociales, y en general, el mundo online, lo ha cambiado todo. Las marcas han pasado de ser súper dioses poderosos e inalcanzables, a estar a nuestro completo servicio. Ahora necesitan interactuar y generar conversación con sus usuarios. Deben conocer nuestras necesidades, nuestros patrones de comportamiento, tienen que intentar conocerlo todo.
Mientras que en los años 70 el público se creía cualquier cosa que veía en televisión, ahora hemos desarrollado un espíritu crítico. Espíritu que las nuevas generaciones parecen estar desarrollando más aún. Por eso, las emociones se han convertido a día de hoy un elemento indispensable para las marcas.
El motivo es bastante sencillo. Por un lado, las emociones generan mucho más recuerdo de marca (fidelizan). Por otro, las emociones actúan a un nivel subconsciente mucho más difícil de controlar. Según Melanie Norris, global planning director de BBDO Worldwide, “un 57 por ciento de los consumidores españoles está dispuesto a pagar por una marca sin restricciones racionales en su compra, basando este gasto en las emociones que genera.”
Los usuarios, en medio de esta vorágine digital, estresados y saturados, lo que buscan de las marcas es experiencias, sensaciones y emociones. Estamos en la era de la infoxicación, donde recibimos entre 5.000 y 10.000 (o más) impactos diarios dentro del marketing. Nuestro cerebro se queda entre el 0,2 y el 10% de todo aquello que recibe. Por este motivo, estamos asistiendo desde hace un par de décadas, especialmente en los últimos años, a la humanización de las marcas.
Humaniza tu marca
Según la revista Forbes, para humanizar tu marca solamente has de seguir cuatro sencillos pasos.
1. Conocer muy bien a tu cliente objetivo. Esto se refiere a datos psicológicos como comportamientos, miedos, sueños y lenguaje.
2. Seguir un tono en tus comunicaciones.
3. Poner cara a la marca
4. Servicio al cliente
Si cumples estos requisitos, enhorabuena, tu marca ya es cercana para tu público. Ahora puedes pasar a vender emociones, y ser creíble.
Vende emociones
La Universidad de Glasgow estableció, en base a las gesticulaciones faciales y los músculos que utilizamos para ello,
De todas ellas la emoción más eficaz es la alegría. Por tanto, tenla especialmente en cuenta para conectar con tu público. La felicidad hace que los consumidores se sientan mejor. De tal forma que es más fácil que compartan su experiencia. No obstante, tampoco infravalores las emociones negativas, ya que estas también pueden crear reacciones muy fuertes. Lo importante es que estimules la mente de tus consumidores.
Por eso, si quieres vender más, haz que el proceso de compra genere sentimientos, experiencia y emociones. Eso añadirá valor a tu producto, y atraerá su atención.