Iniciarse en el mundo empresarial requiere una enorme inversión de tiempo y de capital, lo cual en muchas ocasiones nos impide comenzar un nuevo negocio. Hasta ahora nos habían inculcado que a la hora de comenzar una empresa necesitábamos personal cualificado y un espacio físico óptimo para desarrollar nuestras actividades.
Sin embargo, hoy en día, han surgido nuevos modelos de negocio que se alejan del prototipo clásico de oficina. Trabajar desde casa, supone una opción mucho más económica y flexible a la hora de comenzar un nuevo proyecto y poder así poderle dedicar el tiempo, dinero y mimo que consideremos.
Si no necesita un despacho ¿por qué pagar por él? Para cubrir esta demanda surge el concepto de oficina virtual, un servicio que facilita, además de una sede social, una dirección postal en la que recibir la correspondencia, un número de teléfono y, en función de los servicios contratados, salas de reuniones y servicio de secretaría por un precio mensual que oscila entre los 40 y los 80 euros al mes.
¿Imaginas tener todas las ventajas de una oficina sin necesidad de invertir un enorme capital? Suena bien, ¿verdad? Si quieres saber cómo, atento a las siguientes líneas, porque hoy vamos a hablarte de los servicios de una “Oficina Virtual”. Y es aquí donde nace el concepto de “Oficina Virtual”; la cual podríamos definir como un espacio virtual por el cual se desarrollan el mismo tipo de actividades profesionales que en una oficina física.
Vamos a explicároslo muy sencillamente. Una Oficina Virtual consiste en disponer de los mismos servicios que una oficina física a través del pago de una cuota, mensual, trimestral o anual. Ahora es normal que nos surja la siguiente pregunta ¿Qué servicios se incluyen?
Evidentemente, los servicios que se ofrezcan dependerán de las diferentes empresas, pero generalmente incluyen unos mínimos básicos muy beneficiosos.
1. Atención telefónica: dispondremos de personal cualificado que atenderá todas nuestras llamadas en un horario muy amplio, y que se encargará de recoger todas nuestras citas, recados, pedidos, atención a los clientes, fax…
2. Recepción y envío de e-mails: al igual que con las llamadas, contaremos con personal que se encargará de gestionarnos todos nuestros e-mails.
3. Idiomas: como bien hemos indicado en párrafos anteriores, dispondremos de personal altamente cualificado que nos permitirá gestionar cualquier tipo de actividad, propia, o con los clientes, en diferentes idiomas.
4. Dirección postal comercial: a través de la Oficina Virtual se nos gestionarán todas las cartas, paquetes, y cualquier tipo de correspondencia que necesitemos enviar o recibir a cualquier parte del mundo.
5. Espacio físico en un lugar privilegiado: dispondremos de un lugar físico, y altamente equipado, para reunirnos con nuestros clientes, y proyectar así una imagen de marca mucho más confiable en los sitios más privilegiados de las ciudades.
Además, no hay que contratar servicios como la conexión a Internet, recepcionista, suministros o limpieza. Todo esto se incluye en el coste mensual, por lo que es más económico que al alquiler de una oficina y la contratación de servicios adicionales.
Por ello, tanto si estamos incubando una nueva startup o tus intenciones sean expandir tu empresa, quizá una oficina virtual sea tu mejor opción.