El verano, esa maravillosa época del año que todos esperamos. Aunque nos quejemos del calor, no nos engañemos, el verano nos encanta. Época de playa, cervezas en las terrazas, la piscina o tomar el sol. Sin embargo, todo esto se acaba cuando te toca volver de tus vacaciones.
Pasar parte del verano en la oficina puede parecer desolador. Sin embargo, tal y como vimos hace algunas semanas, también puede ser una etapa maravillosa para hacer cosas que normalmente no puedes hacer en la oficina.
Al ser un periodo de baja actividad, seguro que puedes aprovechar para dedicarle tiempo a nuevas tareas, y darte algunos pequeños lujos que normalmente no puedes.
Contestar correos electrónicos
Seguro que a lo largo del año se te han ido acumulando correos electrónicos de media o baja importancia. Pues en verano es una época maravillosa para ponerte al día. Te aseguramos que más vale tarde que nunca, y el receptor del mensaje agradecerá un “siento la tardanza…” como respuesta.
Hacer cursos online
Es un momento maravilloso para ponerte al día con tus conocimientos laborales. Formarse es la mejor manera de aprovechar las horas libres de los meses de verano.
Tareas de mejora
Es probable que no las puedas aplicar de inmediato porque la mitad de tus compañeros aún estarán de vacaciones. Pero en Septiembre seguro que puedes ponerlas en práctica. Pensad juntos todas las cosas que se pueden mejorar de la oficina. Así podréis corregir juntos todos esos malos hábitos que seguro que tienen un impacto negativo en vuestra jornada laboral.
Poner en orden la oficina
No entraremos aquí mucho en materia, porque ya le dedicamos hace un par de semanas un artículo completo a las maneras de sacarle el máximo provecho a tu despacho. Así que si tienes alguna duda, pásate por aquí.
Haz todo aquello que normalmente pospones
Actualizar el blog de la empresa, que lo llevas posponiendo desde que los dinosaurios caminaban por la Tierra. Ordenar ese taco de documentos que tienes en la mesa que ya te impide hasta el campo de visión. Cualquier cosa que te puedas imaginar, y que a lo largo del año no tenga nunca prioridad.
Disfrutar de la tranquilidad
Ahora que tus compañeros están de vacaciones seguro que puedes concentrarte muchísimo mejor y disfrutar del silencio. Además de que estamos convencidos de que empezarás tu jornada laboral con una gran sonrisa al no tener que sufrir el caótico tráfico urbano. ¡Las carreteras y el metro están casi vacíos!
Haz lo que (casi) te da la gana
Puedes vestir mucho más desenfadado de lo normal, darte una pausa para desayunar, llegar cinco minutos tarde, poner la música alta…en fin, seguro que puedes hacer un montón de cosas que no te dejan hacer durante una jornada normal.
En definitiva, ya que te toca pasar el verano en la oficina, lo mejor es que lo disfrutes, y lo afrontes con actitud positiva.