Sigue estos pasos sobre cómo delegar tareas y aumentarás tu productividad empresarial. Consejos y motivos por los que compartir la carga de trabajo.
Delegar es una de las tareas más importantes de un directivo, y probablemente una de las que más nos cuesta por el miedo a que las cosas no salgan bien, o como nosotros queremos; o por el otro lado, por falta de recursos económicos.
Sin embargo al hacerlo podemos estar haciendo el trabajo mucho más productivo y satisfactorio, especialmente para quien estemos dotando de esa nueva responsabilidad. Y ya sabes, si se trata de pedir favores usa el método Franklin.
Por eso hoy os vamos a hablar del arte de delegar, cómo hacerlo en 4 SENCILLOS PASOS y para sacarle el provecho máximo:
1. Tenemos que perderle el miedo. A los CEOs generalmente nos cuesta mucho delegar responsabilidades, sin embargo hemos de pensar que si tenemos un equipo de trabajo es porque hemos depositado nuestra confianza sobre ellos, y recordar que nuestra empresa también está en sus manos.
2. Qué y sobre quién delegar. Probablemente en muchas ocasiones el miedo a delegar es causado por un fracaso pasado, debido quizás a una mala gestión o falta de comunicación sobre la persona en la que delegábamos. Por ello, es muy importante decidir qué vamos a delegar y sobre quién.
En nuestro equipo cada quién podrá aportar diferentes valores a la tarea asignada, por eso hemos de mirar y adecuar las tareas delegadas a los conocimientos y aptitudes de nuestros trabajadores. No todos son buenos en lo mismo. Y recuerda también que la persona sobre quién delegas no es un clon tuyo, hará las cosas a su manera, por ello es muy importante explicarle bien en qué consiste la tarea, qué nivel de autonomía tendrá y qué objetivos queremos alcanzar.
Y de nuevo: confiar.
3. No debemos olvidarnos. Como hemos citado anteriormente, la confianza en tu equipo de trabajo es un elemento básico para el éxito de la misma. No obstante, hemos de recordar siempre que bajo ningún concepto hemos de pensar que al delegar sobre alguien la responsabilidad recae sobre ella, ya que tú como directivo siempre serás el responsable final del fracaso o éxito de tus objetivos. Así pues, tan importante es aprender a delegar, como hacer siempre un seguimiento de las tareas delegadas, marcar objetivos y fechas, y reunirse periódicamente con tu equipo para saber el estado de las mismas.
4. Dar feedback sobre el resultado. Una vez que tu equipo haya finalizado las tareas deberás reconocerles el mérito que se merecen, tanto de forma oral, como al resto por escrito. De esta manera aumentarás su nivel de satisfacción y confianza.
De igual manera es aconsejable que a ellos también les pidas el feedback sobre tu forma de delegar, a fin de que puedas mejorar en el futuro.
En definitiva, delegar puede convertirse en todo un arte al que podemos sacarle el máximo provecho. Siendo un buen CEO veremos como nuestro equipo de trabajo confía en nosotros, aumentando así la motivación y productividad del mismo, y en resultado, veremos cómo nuestra empresa crecerá.
