Martes, diez de la mañana. Tienes una reunión importantísima, y los nervios están a flor de piel. Todos sabéis que os la jugáis con este cliente, y que todo debe salir a la perfección.
¿Cómo podemos lograr que no haya ningún fallo? Atento a las siguientes líneas.
Siete sencillos pasos para triunfar
En primer lugar, debemos tener claro qué quiere decir que una reunión sea exitosa. Para nosotros es sencillo: que sea eficaz.
Ten esto muy presente, ya que no en todas las reuniones vas a conseguir cerrar un gran acuerdo; pero si puedes tratar de hacer llegar tu mensaje con éxito.
Esto es lo más importante, elaborar un objetivo claro, y conciso. No entorpezcas el mensaje adentrándote en otros temas, o yendo por las ramas. Sé directo. Ten en cuenta que quizás no haya una segunda oportunidad. Así que anota todas las ideas que no se te pueden quedar fuera.
Una vez que tengas claro lo que quieres lograr con tu reunión, prepárate todos los materiales. No des pie a que en plena reunión falte ningún documento. Tenerlo todo almacenado en GoogleDrive, o iCloud siempre es una opción que puede librarte de un buen apuro.
Ahora que tienes claro tu objetivo, y el material a buen recaudo es hora de planear el resto de detalles ¿Tienes claro quiénes deben asistir a la reunión? Procura que esté sólo la gente realmente indispensable. No quieres hacer perder el tiempo a nadie, ni perderlo tú. Además, es probable que hayas experimentado tú mismo cómo en muchas ocasiones el objetivo de una reunión se va disipando por culpa de terceros, según ésta va avanzando. Por ello: ten claro el objetivo, y para quién va dirigido ese objetivo.
Elige el mejor lugar. Un buen espacio puede ayudarte a crear la atmósfera adecuada para lograr el éxito, y cerrar ese acuerdo que llevas tiempo esperando.
Causar buena impresión es fundamental, así que cuida los detalles. Ten a mano café, o botellas de agua. Trae unas pocas pastas. La puesta en escena es mucho más importante de lo que piensas.
Cuida tu imagen personal. Piensa en qué quieres proyectar, y la imagen que quieres causar. Escoge aquello que te ayude a proyectar la seguridad que necesitas mostrar. Elude ropa muy llamativa, como blusas muy escotadas, o corbatas de animalitos. Apúntate un tanto extra acudiendo diez minutos antes. Entendemos que está de más decir que bajo ninguna circunstancia llegues impuntual.
Y por último, y no menos importante: no eternices la reunión. Esto hará que el mensaje no disipe, y los asistentes no acaben cansados y saturados de información.